Son varias las condiciones que proporcionan confort a las viviendas, y la calidad del aire es una de las más importantes. Para conseguirla, cuentas con la ventilación mecánica controlada: descubre cual es su funcionamiento para conocer sus ventajas, ya que es un sistema eficiente que contribuye a crear ambientes saludables.
¿Qué es la ventilación mecánica controlada?
La ventilación mecánica controlada o VMC consiste en un conjunto de dispositivos que permiten renovar el aire en los espacios interiores, utilizando el que procede del exterior. Contribuye a mantener condiciones agradables de temperatura y humedad, además de eliminar el CO₂ y otros gases que podrían acumularse en los baños o la cocina.
Una de las características de estos sistemas es que funciona de manera distinta en cada tipo de habitación, según su uso. Las que generan humedad están sometidas a un flujo de extracción, mientras que el resto de la casa recibe un flujo de impulsión.
De esta manera, las emanaciones de la cocina y los baños no se extienden a las zonas secas, como el comedor, el salón o los dormitorios. Estos últimos espacios reciben un aire renovado que llega directamente del exterior.
¿Cómo funciona la ventilación mecánica controlada?
Existen dos sistemas diferentes para garantizar la calidad ambiental en cada espacio de la vivienda. En ambos casos, el aire se mueve por depresión desde las zonas secas hacia las húmedas, y de estas al exterior.
1. VMC de simple flujo
El aire penetra en la vivienda por depresión, a través de rejillas situadas en la fachada, y se desplaza desde las zonas secas a las húmedas. Un ventilador instalado en estas últimas lo extrae eficazmente para expulsarlo al exterior.
2. VMC de doble flujo con recuperador de calor
La principal diferencia es que las rejillas de la fachada se sustituyen por un mecanismo de impulsión que absorbe aire hacia el interior de la vivienda. La instalación es un poco más compleja, porque además se ha concebido para conservar un porcentaje del calor que hay en el aire extraído.
Por este motivo, se emplea una unidad de recuperación de calor, que mantiene el aire nuevo a una temperatura similar a la que hay en el interior de la vivienda. Es un equipo especializado, que garantiza la transferencia de energía al aire nuevo y no viciado del exterior.
Beneficios de la ventilación mecánica controlada
Las ventajas que puedes obtener de estos dos sistemas son muy diversas. Vamos a explicar algunas de las más relevantes.
Mejor salud
La acumulación de humedad favorece la proliferación de mohos, bacterias y ácaros. Gracias a la VMC se elimina y las personas que sufren de alergias o problemas respiratorios se sienten mucho mejor.
Ventilación óptima
Al abrir las ventanas, solo renuevas una parte del aire de los espacios, porque generalmente no se establece un flujo. Además, la habitación pierde calor y su temperatura baja. La VMC garantiza una renovación constante en cada ambiente sin efectos negativos.
Más confort
La humedad puede ser muy molesta, tanto en invierno como en verano. Con estos sistemas la reduces notablemente, para más confort. Además, el rendimiento intelectual aumenta en ambientes con aire renovado, que contiene una menor proporción de CO₂.
Ajustarte a la normativa
Las normativas de eficiencia energética europeas están destinadas a reducir el consumo energético. La VMC te ayuda a conservar el calor durante los meses de invierno, y así aprovechas al máximo el aislamiento de la vivienda.
Ventilación mecánica controlada: descubre cuál es su funcionamiento para obtener todos los beneficios que proporciona. Recuerda que tú y tu familia pasan mucho tiempo en casa, y este sistema hace que sean horas más gratas.
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